lunes, 2 de octubre de 2023

APERTURA JUNIONADO INTERNACIONAL EN GRANADA

 


La tarde del 24 de septiembre, en Granada, nos reunimos para celebrar la apertura oficial del juniorado internacional. La comunidad actualmente la formamos: Dianny Adon, juniora de República Dominicana, Mayerly Ruiz, juniora de Colombia, Lola Giménez, miembro de la comunidad formadora y Raquel Amigot, maestra de junioras.

Nos acompañaron presencialmente: Rosa Espinosa, provincial de España-Italia; las hermanas de la comunidad de Almería; dos hermanas de la comunidad de Málaga; una hermana de la comunidad de Berrospe de Madrid; una representación de las hermanas de la comunidad enfermería de Granada; la sobrina de María del Blanca del Barrio, Hija de Jesús destinada en República Dominicana, con su marido, y un religioso escolapio destinado en Cuba. Además, sentimos la presencia del cuerpo universal en todas las felicitaciones que nos llegaron de las distintas comunidades. Desde aquí, agradecemos vuestro acompañamiento y cercanía.

La apertura tuvo dos momentos enriquecedores, profundos, en los que experimentamos la fraternidad, la acogida, la pertenencia a un cuerpo que se ensancha:

El primer momento fue la celebración de la palabra. Comenzamos haciendo memoria, a través de las cartas de nuestra Superiora general, de cómo se llega a la decisión de ubicar el juniorado internacional en Granada y, de cuál es el objetivo del juniorado, según nuestros documentos. A partir de ahí, fuimos compartiendo nuestro deseo para este proyecto:

“que naciera desde nuestras raíces carismáticas, que tuviera un horizonte abierto, que estuviera a la escucha de Dios, de la realidad, que tocáramos la vida, a los más necesitados además de formarnos teológicamente, que Dios, Jesús, fueran el centro de nuestra vida, que María nos pusiera con su hijo e iluminara nuestro camino …”

Una vez que nos escuchamos en nuestros deseos nos abrimos a la Palabra de Dios: la casa que se construye sobre roca (Mt 7, 21. 24-27) y nos dejamos interpelar por ella. Cada una fuimos expresando nuestro compromiso personal como expresión de nuestra colaboración para dar consistencia y solidez al juniorado. Fue un momento espontáneo, profundo en el que palpamos la alegría, los deseos de crecer como Hijas de Jesús y de ayudarnos mutuamente. Compromisos sencillos, pero reales, al alcance de nuestras posibilidades y, por ello, sabían a autenticidad y caldeaban nuestro corazón:

“me comprometo a orar por vosotras todos los días, a ser positiva en mis palabras, a abrirme a la novedad del carisma que traen las jóvenes, a dar alas al carisma en vosotras, a dejarme enseñar por vosotras y a ofrecer mi experiencia y trayectoria como hija de Jesús…”

Terminamos poniéndonos en manos de María. Escogimos este día por ser el de los primeros votos perpetuos en la Congregación, por ser un día mariano: la Virgen de la Merced, y en Granada, el día en que la patrona de la ciudad, la Virgen de las Angustias, sale a las calles y es venerada y aclamada popularmente. A ella, nuestra madre, le pedimos que nos proteja y nos ponga con su hijo.

Y el segundo momento fue un compartir fraterno en torno a la mesa. Un espacio y un tiempo entrañable, de conversación en familia, sin prisas, saboreando la comida, el diálogo y el encuentro.

Agradecemos lo vivido, el sentirnos parte de un Cuerpo universal al que hemos experimentado vivo y que nos impulsa a crecer en nuestra vocación desde la raíz y comprometidas con las necesidades de nuestro tiempo en nuestra cotidianidad aquí en Granada.

Comunidad del Juniorado Internacional de Granada. Formación inicial

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