sábado, 8 de julio de 2023

Encuentro de laicos y laicas con la Superiora General de las Hijas de Jesús, Graciela Francovig

 

Un encuentro con nostalgia, alegrías y satisfacciones

El lunes 03 de julio recibimos una invitación  del Politécnico  para conversar con la Superiora de la Congregación Graciela Francovig y su consejera Teresa Pinto.

Para mí fue una sorpresa porque ya tengo varios años que soy exdirectora y por varios motivos no había vuelto a reuniones como esta. Al presentarme recordé mis inicios en 1978 como alumna y un recuerdo inolvidable del primer abrazo que le di a la madre Elena Grullón, porque al verla vestida con el hábito me imaginé como a la Madre Cándida.

Comenzamos presentándonos y fue como un flechazo pues cada una (Doris, Marina, la mamá de Marina, una de las enfermeras, María Antonia, Neysa, María Eugenia, Asunción, Ana T, Robert,…)  fue añadiendo experiencias y datos hasta curiosos, de cómo llegamos a formar parte de la familia Madre Cándida. Unas como alumnas desde preescolar (Nilsia), otras desde la primaria (Denia), o solo desde las historias que se contaban en la familia y otras desde sus inicios como docentes.

La pregunta que se nos lanzó fue ¿Qué diferencia hay entre un laico comprometido  miembro de la familia Madre Cándida y un maestro que enseña bajo el carisma de la Madre Cándida? Las respuestas fueron muy variadas:

El laico comprometido miembro de la familia Madre Cándida:

Más que una profesión recibe  una llamada a seguir, la misión de educar en la fe. No importa que no recemos mucho, aquí aprendemos a orar unos  con los otros. No es el trabajo, sino que forma una familia bajo el mismo principio de Jesús como centro.

La formación permanente que recibes te ayuda como persona y como profesional a replicarla en todos los espacios en que ejerces alguna función o tarea educativa.

El apego que nos une con los compañeros, nos hace sentir esos sentimientos de fraternidad y solidaridad, de acompañarnos en momentos difíciles.

Los maestros que enseñan bajo el carisma de la Madre Cándida no siempre asumen ese sentido de misión ni de pertenencia. Son muy cumplidores, pero solo en el horario correspondiente a sus tareas porque algunas veces no hay coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. Muchas veces hay que recordarles su principal atención a los más necesitados.

La Superiora agradeció el que acudiéramos a esa invitación con tan poco tiempo de habernos convocado y resalta que: ´´Tenemos que ir juntos laicos y congregación. Hacen falta la presencia de las hermanas en las escuelas, cada uno cumpliendo con su tarea desde la misión que le corresponde´´

Y continuó diciendo: “Sano reclamo de la presencia de las Hijas de Jesús en la escuela, cada  con su misión y tarea porque la escuela es la plataforma de evangelización, transformadora de la familia y la sociedad”.

Como decía la hermana María Velasco ´´lo mejor es encontrarnos´´

La Madre Graciela nos dejó la pregunta de…¿Cómo mantener nuestro modo propio de educar formando a los laicos para que vivan con fuerza el Carisma, y que además tengan suficiente fuerza y voz para ser escuchados?

Ana Teresa Valerio, y bautizada como Ana Te por María Blanca.

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