La tónica de ese segundo día de convivencia de las congregadas de la
Provincia Brasil-Caribe fue la oración compartida. Desde la mañana, compartimos
los “toques de Dios” en nuestra oración personal, orientada por el equipo
dinamizador.
En grupos pequeños, conversamos sobre nuestra disposición personal en este
momento; qué cualidades y dones tenemos y que pueden ser de utilidad para la buena
marcha de la CP; qué temores, miedos o preocupaciones traemos; qué deseos,
anhelos tenemos frente a la CP...
Y, por la tarde, fuimos encontrándonos a partir de las palabras comunes
que nos hicieron rezar, compartir y fortalecernos como grupo y como cuerpo: centralidad...
testimonio... confianza... busca... vida... apertura... encarnación...
fidelidad...
A partir de estas palabras, finalizamos el día con las oraciones expresadas
por los grupos y que nos ayudan, ahora, a seguir fortalecidas, conociéndonos un
poco más unas a las otras.
Oh Jesús, haga con
que en esta Congregación Provincial, podamos vivir el testimonio de “verdaderas
Hijas de Jesús”, para el bien de la Congregación y de todas las personas
presentes en nuestra misión. Así sea!
Señor, necesitamos
de Ti, de tu presencia.
Sabemos que nos
amas, como un amigo ama otro amigo.
El encuentro
contigo nos conduce a caminar hasta el hermano, siendo signo de esperanza, de cercanía,
teniendo un corazón grande y generoso.
A quien buscáis?
Busquemos a Dios,
porque Ele se deja hallar.
Busquemos el
Señor; El está cerca, Ele está en el medio
de nosotras.
Buscáis y hallareis,
batan y vos será abierto, pidan y vos será concedido.
Buscar y hallar a
Dios en todas las cosas.
Buscando más el
provecho de los prójimos que nuestro bien estar o utilidad temporal.
“Y el Verbo se hizo
carne y habitó entre nosotras”.
Enséñanos, Jesús
de Nazaret, a vivir también en nuestra carne la kénosis que te posibilitó hacerte
uno de nosotros, rescatar nuestra humanidad y vivir la nuestra vida.
Que tu encarnación
nos provoque a estar en nuestras realidades, más inseridas y atentas a la
cultura e a la vida de nuestros hermanos y hermanas en el mundo, principalmente
de los más necesitados.
Que tu
kénosis-encarnación nos eduque para encarnar en nuestra vida y en la vida del Cuerpo,
el carisma que nos ofreciste como don para el mundo.
Deseamos y te
pedimos que en este tiempo de Congregación Provincial, nos de la apertura y el
discernimiento para que tu voluntad se encarne en la vida del Cuerpo y fructifique
en nuestra vocación-misión.
Señor, confiamos
que este es un tiempo de gracia para nosotras.
Confiamos que tu
presencia em este momento do nuestro Cuerpo Congregacional nos impulse a hacer
camino para más vida y servicio al mundo que nos confías, como lugar de nuestra
misión, hoy.
Confiamos que tu Espíritu
nos abrirá a las realidades que nos interpelan a una nueva acción evangelizadora,
paraqué seamos testimonios de vida y esperanza, en el seguimiento de tu Hijo. Que
vivamos nuestra consagración-misión en la confianza de tu amor por nosotras y del amor fraterno, que nos une como hijas y
hermanas. Amén!
Danos, Jesús, la
gracia de integrarnos en comunión como Cuerpo, con libertad, trasparencia,
compasión y amor. Queremos discernir, con espíritu de oración, para saber elegir
“el nuevo” que tu quieres para nosotras, hoy. Nos comprometemos a caminar con gran
confianza y entrega, para el bien de los prójimos y para la gloria de Dios.
Santa Mãe Maria, nesta travessia, cubra-nos teu manto cor
de anil;
Guarda nossa vida, Mãe Aparecida, santa padroeira do
Brasil.
Unámonos a la Provincia China-Taiwán, que ya ha concluido su CP;
Unámonos a las Provincias Indico-Pacífico e España-Italia, con sus CP’s en
andamiento; unámonos a la Provincia Andina, que comienza su CP el día 1º de enero.
Continuemos atentas a la voz del Espíritu que quiere hablar en
nosotras e a través de nosotras. Seamos un solo Cuerpo y un solo corazón.
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