“El Señor ha caminado conmigo”
Al finalizar los EE de Cuaresma puedo decir que el Señor ha caminado conmigo en cada instante, su presencia me anima, y me inspira a ser un espejo de su bondad.
La cuaresma fue para mi, vivir en oración, con la oportunidad diaria de dejarme moldear; sentí a Jesús muy cercano a mi y lo percibí en el trato con todas las personas de mi ambiente laboral, en la forma de hablar y actuar de cara al hermano.
Reconozco que he tenido momentos en que me ha faltado humildad y en que el brío y la impotencia se han sobrepuesto a la tranquilidad, reconozco ese fallo y lo compenso con un corazón lleno de amor y acogida, que me hace comprometerme con ese deseo de abrazar a mi prójimo, especialmente aquellos que se encuentran a mi lado. Además, siento que mi alma pide más de Jesús, y les dejo saber que me angustio en ocasiones, porque no sé cómo darle respuesta a tan gran deseo, pero a pesar de esa realidad, les comparto que experimenté un encuentro con Jesús en un rinconcito que hemos creado él y yo.
Ahora siento que tengo un corazón que ama diferente a los seres de mi entorno, un corazón humilde, sencillo y confiado en Dios, del cual sale seguir pidiendo a Él que acreciente mi fe.
Jesús, te pido que abras las puertas de mi corazón para ser nuevo, resucitar junto a ti todos los días, y quiero decirte Jesús, que durante esos proceso que caigo y me levanto, siempre siento tus manos tendidas sobre mi, cuidándome con abundante amor.
JOSÉ MERCEDES
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