lunes, 14 de agosto de 2017

Gente que busca el amor verdadero

Resonancias de un corazón: Rosanny Martínez nos cuenta su experiencia como guía en los campamentos Abriendo Sendas sin Fronteras


Dios  me  permitió  vivir cada una de  las  etapas  del Campamento Abriendo Sendas Sin Fronteras en los años correspondientes, culminando así con la tercera  en  el 2015.  Cada experiencia  es  única  y verdaderamente  ninguna se parece  a  la  otra aunque si sean  consecuentes.



Este  año  tuve  la  gran  oportunidad  de  pertenecer  al equipo de guías que iba a acompañar a los chicos de primera etapa.

Después  de un largo recorrido de dudas, cuestionantes e inseguridades,... estar en  aquel  lugar con esos jóvenes, me hizo recordar mi  razón  de  ser, el punto  de partida de  mi felicidad.

No  existen  palabras  con  suficiente  valor  denotativo que pueda emplear  para  describir  con  exactitud  todo lo que sentí  en  esta ocasión,  pero  haciendo  un esfuerzo,  nunca  mi ser  se  había  sentido tan completo como  allí.

Pude darme cuenta de que existe  en  mí el deseo  de amar  y servir, de ayudar a los jóvenes como yo, a dejarse encontrar y encontrarse. 


Percibir como una vida de la mano de Jesús adquiere todo el sentido que desde siempre hemos estado buscando pero sobre todo como Él existe en lo mas mínimo de las cosas; como siempre ha estado con nosotros en cada momento de tristeza y alegría y como ha estado reflejado  en aquella persona que nos brinda su ayuda para aceptar esa parte de nuestra historia que tanto nos cuesta. 

Muchas  veces  lo  que nos hace falta es sentirnos  útil, y verdaderamente en esos cuatro días,  así me sentí. La felicidad que arropaba  mi ser cada momento en el que estaba reunida con mi grupo de chicos, con el equipo de guías y con todos los jóvenes de la etapa, por más que intente describirla, no podría. 

Sentir la simple manifestación de aprecio por medio de un abrazo o un voto de confianza no tiene el precio. Solo Dios y yo conocemos lo que sentía cada mañana al sentirme allí, parte de una nueva familia que por más cosas que vengan, no olvidaré ni renunciaré. 

No  volvamos “Abriendo Sendas Sin Fronteras” el simple campamento que con ansias esperamos llegue todos los años, solo con el fin de reunirnos con aquellas amistades que en el creamos, permitamos que Abriendo Sendas Sin Fronteras sea un estilo de vida que nosotros, los elegidos tenemos la oportunidad de llevar. Que sea un medio de descubrir  el llamado de Dios a colaborar con su reino en la tierra, un boleto vip a la felicidad, un buscar el amor verdadero en nosotros, un dejarnos llevar por su gracia. 

¡Jóvenes! que las máscaras no coincidan más en nuestro rostro, que nuestro objetivo principal  sea ahora, aceptar nuestra  historia  y descubrir que nuestro Dios, el  Dios de la vida  ha estado y siempre estará en ella. Es hora de empezar un nuevo caminar aceptando pues que somos muestra viva, constante y eterna de un Dios amoroso y que de paso este camino  les  permita  crecer tanto  espiritual  como personalmente  y  así  puedan abrir sendas  sin  fronteras.

Señor, danos el valor para dar nuestra vida, sin miedo,
por lo que de verdad merece la pena.
Danos un poco de tu locura para gastarnos
por los demás y encontrar así la vida verdadera.
Bendiciones!

No hay comentarios:

Publicar un comentario