Llegamos llenos de alegría, con el corazón ardiente
como los discípulos de Emús.
La delegación dominicana que participó del Festival Juvenil, estuvo
compuesta por 13 jóvenes, 2 religiosas ( Apóstolina e Hijas de Jesús) y
Cristian Peralta, S.J.

Fue una semana intensa de encuentros,
admiración y contraste de la realidad y muchas alegrías. Llegamos a La
Habana el domingo 15 de mayo en la noche y fuimos recibidos con alegría por una
delegación compuesta por dos Jesuitas y
unos cuantos jóvenes de la Pastoral Juvenil (hubo un acto de magia
para acomodar todas las maletas y a las personas entre un Lada, un Cepillo y un
minibús).
Los jóvenes llegaron con la disposición de entrar en contacto
con la realidad social y eclesial cubana desde la fe en Jesús. Cada día
tuvimos oración en la mañana, eucaristía y la pausa ignaciana.
El lema del festival fue:
misioneros de la misericordia… fuimos invitados a vivirla de diferentes modos:
charlas, encuentros, paseos, reflexiones, etc.
Fue una experiencia magnifica,
donde los jóvenes se involucraron, muchos tuvieron meses de trabajo previo para lograr ir: Taller
Cardoner, reuniones semanales, rifa para pagar sus pasajes, disposición a
cargar lo que fuera necesario para que no falte nada en el festival, etc.
En fin, una experiencia de Dios y de comunión que habla de que lo que se va gestando en
relación al trabajo con otros, en redes de Vida en función de nuestros jóvenes.
Aris.
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