domingo, 27 de enero de 2013

La pobreza aumenta cinco veces más la mortalidad infantil femenina que la masculina

Sarlesh, una india de 35 años, salió un día corriendo de su casa por un fuerte dolor de pelvis. Después de caminar varios kilómetros llegó a la clínica más cercana para someterse a una interrupción del embarazo. Cansada, débil y cubierta en lágrimas le dijo al médico que no tenía la fuerza de concebir otro hijo, a menos que fuera un hombre. Era su décimo embarazo. Tenía ya ocho hijas y un varón. La mujer contó con resignación que lo mejor para su familia era tener un niño. “Sería tan feliz si pudiera tener una pareja de niños, algo diferente a tanta mujer”, relató.
En India hay miles de mujeres que eligen no tener una niña. Una preferencia que va más allá del parto. Una vez nacidas, se ven privadas de cuidados, alimentos o asistencia sanitaria que sus familias destinan a sus hermanos. Todo juega en su contra. Muchas no llegan a su quinto cumpleaños. Un informe de la ONG Plan Internacional en 59 países ha alertado esta semana de que la pobreza aumenta cinco veces más la mortalidad infantil femenina (0-12 meses) que la de los niños: por cada punto del PIB que cae en un país mueren 7,4 niñas por cada 1.000 nacimientos, frente a 1,5 varones. El informe asegura, además, que las decisiones de la familia son un factor decisivo en ello.

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