En un acto sencillo y profundo a la vez, recibió los Principios Básicos de nuestras Constituciones y un símbolo en el que está grabado el nombre de Jesús, éste lo llevará colocado en su cuello como señal de su seguimiento a JESÚS e ir pareciéndose a él como una HIJA se parece a su Padre.
La HIJA que se va haciendo adulta, conoce sus derechos y deberes de hija y hermana y lo vive con la LIBERTAD que experimenta una HIJA del Dios que a todos nos hace hermanos y hermanas.
En la fiesta de NUESTRA señora de la Altagracia vivenciamos ésta alegría como congregación y le pedimos a la Virgen que la ponga siempre con su hijo y le alcance la GRACIA de ir formando su corazón al modo de Jesús.
FELICIDADES Y BIENVENIDA A NUESTRA CONGRAGACION DE HIJAS DE JESÚS, QUERIDA ISAIRIS.
Marcelina Garcia, FI
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