martes, 28 de abril de 2020

LA VIDA DESDE LO SENCILLO


Este año 2020 nos ha traído experiencias inolvidables e inimaginables, iniciamos un año cargado de ilusiones y esperanzas por descubrir, 366 días donde Dios nos ira manifestando su amor-ternura…

La Cuaresma, tiempo que como cristianos se nos invita a revisar, encontrarnos, mirar nuestro caminar y cómo estamos siendo reflejo de Su Amor, pero de manera muy particular este año la hemos vivido a nivel mundial, de nuestra América, de nuestro país y de nuestra familia de manera diferente: la declaración de Pandemia mundial por el Covid-19: se registran los primeros casos en nuestro país  y ya no tan solo la alerta sino el experimentar la Cuarentena, el distanciamiento social,  para no ser contagiados o no contagiar. Desde el 19 de marzo tuvimos que hacer un pare a lo que llamamos nuestro ritmo habitual: se paralizaron las labores habituales  y ahora la opción es, quedarnos en nuestros hogares.

La Semana Santa, donde  la iglesia nos llama a acompañar a Jesús que muere por Amor, que se entrega por cada uno de nosotros  la hemos vivido con el sentido de acompañar, de estar atentos y sensibles a un Jesús que hoy pide que le oremos, que le ayudemos, que nos quedemos en casa. No teníamos tiempo para reír con los miembros de mi familia, de comer, de compartir… Ahora estamos en casa, aprendiendo, amando, compartiendo y en medio de eso Jesús Resucita.

En la Resurrección la muerte no tiene la última palabra, es la VIDA la que triunfa ;  para mí y mi familia ha sido también un experimentar que la muerte se transforma en Vida, hemos celebrado la llegada de los 7 años de mi pequeña Alizmary (una niña cargada de ilusiones alegría, que es sensible, colaborado pero sobre todo que cada día me enseña que en lo sencillo esta la felicidad)  El 16 de abril, fue un día cargado de emociones, de entre todos buscar y celebrar con lo que tenemos en casa, de darnos cuenta que no se necesita mucho para ser feliz que solo se necesita las ganas y el empeño para que el día sea  diferente, para celebrar, para amar, para vivir desde lo pequeño, lo sencillo…

Esta Cuarentena nos ha ayudado a conocernos, a ver y descubrir al otro, preocuparnos y rezar  por el que conocemos, el que no conocemos, por el que necesita ese apoyo en el silencio. Hoy tenemos tiempo para ESTAR juntos, DISFRUTAR, CREAR juntos, impulsar nuestra creatividad, sentarnos y simplemente escuchar, ver como los pájaros vuelan libres, como nuestros mares retornan a la vida, como nuestro planeta está menos contaminado, como la creación vuelve a Ti.


GRACIAS porque “ES PRECISO LLEGAR A LA CUMBRE, DE HACER, HACERLO ENTERO” porque hoy nos invitas a vivir con poco, no necesitamos tantas cosas materiales, lo importante es VIVIR día a día, pararnos en la ventana y reír con el vuelo de un pájaro, con su canto, con un chiste malo del que está a mi lado, con la canción desafinada que entre todos creamos…. Ver como la grama vuelve a su verdor, las aguas vuelven a ser cristalinas, los animales viven felices porque  la naturaleza se recupera… es tiempo de CUIDAR NUESTRA CASA COMÚN, agradecer la posibilidad y cada una de las Gracias que nos das. Gracias Señor por ser Madre, gracias porque me invitas a ser diferente, a ser reflejo tuyo. GRACIAS por la oportunidad de “creer en tu RESURRECCIÓN, porque puedo AMAR, PUEDO REÍR” GRACIAS PORQUE TENEMOS TIEMPO PARA ESTAR.

Lucy Henríquez
Docente de Técnico Profesional del  CEPVA











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