martes, 28 de abril de 2020

AGRADECIMIENTO Y LUZ EN TIEMPOS DE APRIETO.


Entre las voces externas, los mensajes que desinforman, las noticias falsas, la desesperación de los vecinos, el caos del mundo, este momento es tiempo de confiar, este momento es paz, es unión, este momento es FE.

Ha sido el oportuno, el necesario para varios aspectos de mi vida, ha sido ese respiro que necesitas cuando sientes que el agua del océano te arrastra, cuando has corrido más de 4 kilómetros y necesitas tomar agua, este momento ha sido mi oasis y agradezco profundamente a Dios por eso.

Agradezco poder estar serena en tiempos de disturbios, agradezco poder ser luz, brindar compañía, aliento y deseos de seguir.

 Agradezco tener a mi papá temprano en casa, que podamos jugar y reír como hacía mucho tiempo no se podía, agradezco que le estemos dando valor a la palabra familia; Agradezco que he podido recordarme lo buena que soy en todo lo que me propongo.

No niego que me he sentido egoísta, alejada de la realidad que nos arropa, del dolor que tantos países comparten, pero intento cambiar la perspectiva, ser ese (posiblemente) único cuarto que tiene un bombillo encendido permanente cuando todos los demás duermen, porque por este momento aprecio más los esfuerzos, las sonrisas, los estoy contigo, por este momento he podido redefinir mis impulsos, lo que mueve, mi norte. Aprender a leer latidos, sentimientos y emociones al recordar personas que no he tenido cerca en estos días, situaciones por las que no he pasado y otras más por las que sí y me llenan de alegría.

Por este momento de silencio interno, de búsqueda dentro de un caos exterior, sé que extraño a mis estudiantes, sé que extraño a mi equipo de trabajo, sé que extraño mi ambiente de todos los días. Por este momento confirmé lo que quiero, mi carrera, confirmé mis dotes, por este momento, en este momento he podido ver hacia atrás y darme cuenta que sí pude y siempre que quiera podré, podré con lo que sea, confiada de quién tanta puerta me ha abierto para seguir confirmando lo que soy y en lo que creo.

De corazón me uno al dolor de todas las familias con miembros contagiados, fallecidos e inconscientes, rezo por ellos y por todos los que estos días han sido pruebas que creen no superar, pero aún más llevo en mi mente y conmigo día tras día a los que dentro de la incertidumbre no han podido ver lo positivo de la situación, los que se han encerrado en el shock, en el trauma, en el ´´no saldremos de esta´´, en sembrar pánico, en compartir lo malo... Mi deseo es que a su tiempo podamos asentar, adentrar, ahondar en nosotros mismos, aprovechar el momento para algo más que tiempo libre, dar gracias a Dios por lo vivido, por lo que enfrentamos, agradecer nuestras vidas, las de aquellos que se arriesgan por nosotros, las de nuestros familiares, vecinos, cercanos y desconocidos y pedir la gracia cada día de ver su belleza, amor y poder en lo que enfrentamos. Amén.







-Rosanny Martínez Mena
Docente de Formación Integral Humana y Religiosa del CEPVA

1 comentario:

  1. Descubrir la luz y la esperanza, aún en la Tormenta, es lo que dará sentido a nuestras vidas... Gracias por compartir.

    ResponderEliminar