FICARIBE: El 9 de agosto en Cotuí

Ramona, Francisca y parte de su familia.

Dios, con la Madre Cándida, sigue haciéndonos universales y fraternas, por eso ayer felizmente nos encontramos en Cotuí, en una emotiva y familiar eucaristía, presidida por el P. Andrés, Párroco de San José Obrero… quien nos recordó que Dios escoge a los humildes para realizar su amor en el mundo, como una clara referencia a lo que él ha descubierto en Cándida María y en las Hijas de Jesús.

Papá y mamá de Francisca recibiendo la comunión en el kiosco
del Politécnico La Inmaculada, Cotuí.

Esto lo confirma el envío a Mozambique de nuestra querida Francisca Mejía, quien con su eterna sonrisa agradeció la elección por parte de Dios y la acogida generosa de las dos familias suyas allí presentes: la de sangre y la de Congregación. Su madre expresó públicamente no solo su aceptación, sino su gozo de que una hija suya tenga la oportunidad de ir tan lejos a servir, que mientras tanto ella serviría aquí en su comunidad. Y así nos sentimos todos-as, como parte de un cuerpo enviado.

Luego disfrutamos de la bien preparada y sabrosa comida compartida por todos los asistentes en convivencia gozosa, que se coronó con las presentaciones artísticas preparadas con mucho cariño para expresar a Cándida María la fecundidad de su vida en esta hermana nuestra que se dispone con alegría a “llegar al fin del mundo para buscar la mayor gloria de Dios…”

Gracias Dios por la vida de nuestra Santa Madre Cándida y la generosidad de sus hijas.