Ayer fue día grande en Lodoselo, la pequeña aldea ourensana que vio llegar al mundo hace sesenta años a Fray José Rodriguez Carballo, el 119 sucesor de San Francisco de Asís, el hermano mayor de los frailes menores. En la Catedral Compostelana, el Cardenal Tarsicio Bertone consagró obispo a este fraile sencillo, que emitió su Profesión Solemne en 1976 en la Basílica de La Anunciación de Nazaret, de manos de Fray Justo Artaraz, Guardián de la Fraternidad. Santiago acoge a los peregrinos llegados desde las 113 naciones del mundo por las que se encuentran repartidos más de 15.000 franciscanos de los que este gallego, ejemplo de sencillez y fe, es su Ministro General y, desde el pasado abril, por decisión del Papa Francisco, Secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y Arzobispo Titular de Belcastro.
«El Señor se sirve de mediaciones para llamarnos. En mi caso se sirvió de la educación cristiana que me dieron mis padres, quienes siempre me acompañaron en el discernimiento vocacional respetando plenamente mis decisiones. También se sirvió de un fraile de mi pueblo, amigo de la familia, que aún vive. Me gustaba su estilo sencillo y cercano. Un buen día vino a la escuela otro fraile, que también vive, y me ofreció ser franciscano. Dije que sí y, tras superar la dificultad de que solo tenía 10 años y medio, pude entrar en el Colegio Seráfico de Herbón. Y aquí estoy, feliz de ser franciscano y sacerdote».
-Mientras se nos informaba del primer Papa jesuita de la historia, él tomó la advocación de san Francisco: ¿Entenderán todos el «NO» propio?
-No sé si todos, pero sí estoy seguro de que lo entiende el Papa que ha querido llamarse Francisco, en referencia a san Francisco de Asís, como él mismo se encargó de explicar.
«El Señor se sirve de mediaciones para llamarnos. En mi caso se sirvió de la educación cristiana que me dieron mis padres, quienes siempre me acompañaron en el discernimiento vocacional respetando plenamente mis decisiones. También se sirvió de un fraile de mi pueblo, amigo de la familia, que aún vive. Me gustaba su estilo sencillo y cercano. Un buen día vino a la escuela otro fraile, que también vive, y me ofreció ser franciscano. Dije que sí y, tras superar la dificultad de que solo tenía 10 años y medio, pude entrar en el Colegio Seráfico de Herbón. Y aquí estoy, feliz de ser franciscano y sacerdote».
-Mientras se nos informaba del primer Papa jesuita de la historia, él tomó la advocación de san Francisco: ¿Entenderán todos el «NO» propio?
-No sé si todos, pero sí estoy seguro de que lo entiende el Papa que ha querido llamarse Francisco, en referencia a san Francisco de Asís, como él mismo se encargó de explicar.
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