El pasado 28 de octubre hemos tenido un
retiro con el personal docente de las tres escuelas de Santo Domingo, en
Santiago han hecho lo mismo con las escuelas de la región Cibao el día
20 de este mes.
La experiencia ha sido muy buena, 50 docentes han estado reflexionando
sobre la fe y sobre la gratuidad del amor de Dios hacia nosotros-as a
través de los ejercicios espirituales de San Ignacio y facilitado por
la Hna. Iris.
Una vez más Hijas de Jesús y laicos-as hemos compartido el mismo
espacio, las mismas inquietudes y el mismo compromiso de ser luz para
las personas con las que nos relacionamos, teniendo a Jesús como centro
de nuestra vida, buscando el bien de los prójimos y la salvación de sus
almas para la mayor gloria de Dios.
Muy agradecida con Dios Padre por haberme permitido conocer a las Hijas
de Jesús; porque a través de ellas he conocido a un Dios cercano,
amigo, padre,… Nuestra Madre Cándida me enseña que debemos confiar en la
divina providencia porque para Dios no hay nada imposible. La fe de
Santa Cándida era inquebrantable tanto así que a un siglo de su muerte
sigue conquistando corazones.
La reflexión del evangelio de San Lucas 18, 35-43 sobre el ciego de
Jericó me confrontado porque siempre le pido a Dios que me ayude a ver
mas allá de lo que se puede ver a simple vista, pero hoy me hice
consciente de que el ver mas allá exige una respuesta de cara a Jesús,
el ciego Bartimeo no sólo se alegro de poder ver, sino que siguió al
Maestro, al hijo de David.
Esta historia bíblica al igual que las demás no solo a mi me cuestiona
sino a todos, porque nadie puede tener un encuentro personal con Jesús y
seguir igual; si no se da una renovación entonces la experiencia no ha
sido verdadera.
A todo Jesús nos pregunta: ¿Qué hacemos con los dones que Dios nos
regala?, ¿Que tan fuerte es nuestra fe?, ¿Qué estamos dispuestos-as
hacer para colaborar con el reino de Dios? A la mayoría de las personas
nos cuesta mucho responder a estas cuestionantes sin sentirnos ingrato
ante un Padre que nos regala tanto a cambio de nada.
Este retiro que ha sido cuidadosamente organizado por el equipo de
educación de la Hijas de Jesús región Caribe, he sentido que ha llegado
de manera especial a cada uno de los participantes y digo esto por la
forma en que se han expresado al socializar sus experiencias.
Gracias Señor por este día tan especial que me ha permitido vivir, por
la sabiduría que me regala para discernir en la mayor necesidad y sobre
todo la disposición de querer hacer tu voluntad. ¡Gracias Señor!
Por Lucía Guzmán
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