sábado, 21 de julio de 2018

MI REENCUENTRO


La verdad es que desde que me reuní en la iglesia con las chicas y los chicos me pareció algo muy chulo, porque iba a conocer nuevas personas y me iba a reencontrar con cada uno de ellos, pues nada, todo lo que tenía en mi mente era disfrutar, y hacer una nueva afinidad, cuando llegué me sentí como en un horizonte, mi vida empezó a fluir, a navegar entre esos mares llenos de recuerdos y tristeza, de dolor y melancolía. Cuando empecé a escuchar y a reflexionar con todos mis problemas, me llegaron cuestionantes y dudas que no entendí lo suficientemente.

Me miro al espejo y me pregunto:

¿Dios por qué soy así somáticamente? ¿Por qué tengo estos ojos que me permiten ver lo negro y lo blanco de mi vida? Por qué soy hija de mi padre y mi madre y no de otro ser? Dios dónde estaba yo antes de venir al mundo, antes de ser un espermatozoide, porque nací aquí y no en Europa, Argentina, Colombia, Jamaica, por qué?

Entonces empecé a ver la vida de otra manera, me di cuenta que en la vida nadie ni nada existe, se acaba el amor, la gente, la felicidad, los objetivos, lo concreto, pero lo único que permanece es quien soy, y el sentido de saber de dónde vengo. Me empecé a dar cuenta que la Belleza física no existe y que es un peligro para todas aquellas personas que están ahí con otra intención.
También me fui 10 años atrás, donde mis padres empezaron a tener conflicto y mi madre empezó a enfermarse por la separación y el divorcio, en donde tiene que estar con pastillas, porque si no se ahoga en la calle de que no puede respirar, y yo echándome la culpa, porque mi relación con ella no es muy agradable y quiero cambiar y lo voy a lograr.

También me siento grande gracias a Dios, porque me hacían bullying en mi primer colegio, donde la directora de burlaba de mí, por mi situación económica, humilde, y eso me creo una autoestima muy baja, pero ahora en el campamento Abriendo Sendas sin Fronteras, me di cuenta que tengo que creer en mí y que tengo que ser fuerte y aceptar mi historia, porque para triunfar hay que caer y levantarse.

Yo le doy gracias a Dios por esta gran oportunidad, porque estoy aquí y empiezo a valorarme. También aprendí que todo en el mundo hay que mirar y no ver, hay que escuchar y no oir, hay que sentir no tocar, porque cada momento cada instante de mi vida todo es más profundo que una mirada.

Yo la verdad me encontré y me valoro a pesar de todo, y a cualquier persona que vea la voy a querer, amar, y a demostrarle que es importante porque yo sé de hoy y no de mañana, yo no sé si mañana estaré aquí para abrazar, para respirar rocíos, o para sentir en mis oídos la canción de las auroras.

                                                   Melany Alfonsina Guzmán Polanco
                                                    1era Etapa Campamento ASSF  2018

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