martes, 17 de junio de 2014

ENCUENTRO DE SECRETARIAS PROVINCIALES – ROMA


Los días 9 al 12 de junio tuvimos este encuentro-curso de secretarias provinciales. El 31 de mayo, recibíamos ya la bienvenida de parte de la secretaria general unida a la felicitación por este día congregacional. Detalle que fue preparándonos de un modo más inmediato para él. Dado el sentido profundo de lo que significa la ayuda de este servicio al buen ser del cuerpo congregacional y la misión de gobierno, fuimos profundizando varios aspectos del mismo, empezando por su fundamento a partir de las CFI y DNC.

A esta reflexión, nos ayudó María Inez de una manera pedagógica y estimulante, animándonos a profundizar y comprender mejor el sentido del oficio encomendado, más allá de los números que las CFI  hablan  explícitamente de la secretaria y tomando en su globalidad las Constituciones, sobre todo las partes VII a X y de un modo interrelacionado.

A lo largo de los días nuestra Hna. Ana Baeza, contando  con  la presencia y apoyo de una consejera general, fue desarrollando la agenda prevista que nos llevó por los distintos medios con los que la secretaria provincial cuenta para vivir mejor su oficio de ser ayuda y colaboración a la Superiora Provincial, más allá de la persona concreta que encarne este servicio. Uno de ellos y que nos fue presentado con sus novedades y  subsidios de un modo práctico, fue el nuevo Manual de Secretaria, ayudándonos a tener criterios comunes y claros en cada uno de sus capítulos y a descubrir el sentido profundo de cada documento.
Fuimos compartiendo la vida concreta del servicio a partir de resonancias, iluminaciones, mociones, dudas y sugerencias que nos dejaba tanto la oración personal de cada día con la que iniciamos nuestro trabajo – sugerentemente dirigida por las consejeras generales a partir de textos de la liturgia del día-, como de lo que los temas tratados iban dejando en nuestros corazones. Experiencia que recogíamos al final del día con todo el equipo de Gobierno General. Reconocíamos que este oficio y ayuda que se nos pide va más allá de lo que generalmente solemos asociar a las secretarias provinciales: papeles, un trabajo medianamente leve, para algunas incluso, medio aburrido y sin gran sentido pastoral. 
Veíamos que nuestro servicio era la oportunidad que el Espíritu nos daba de ser trabajadas por El, desde lo que somos y hacemos, en nuestro ser de Hijas de Jesús en misión  teniendo presente cómo hacemos las cosas, para qué, con qué objetivo… Ma. Inéz nos recordaba la importancia de vivir nuestra vida consagrada con equilibrio vital en todas sus dimensiones, de poder dar el lugar al descanso que también es necesario a nuestra vida siendo más hijas y hermanas que técnicas y profesionales en el asunto.
En todas las secretarias latía con fuerza  el deseo de vivir hoy, de modo renovado y gozoso, el ser apoyo y ayuda para el cuerpo desde este servicio. Tarea abnegada en varios momentos, oculta y silenciosa en no pocos como lo son las diversas tareas y oficios que una Hija de Jesús pueda tener en cualquier campo pues nuestra vida, como la de Jesús, está continuamente transida de misterio pascual. Y así la alegría de la pascua brille en todo nuestro ser.

Reconocíamos con humildad que, siempre que perdemos el fundamento de nuestro ser F.I. -en cualquiera que sea la tarea encomendada y nos quedamos en la superficie-, caemos en la tentación de creer que lo que hacemos es un simple rol en medio de agendas, papeles o actividades… y ello desfigura el sentido hondo del servicio y nos hace perder horizonte. De ahí, la necesidad de volver siempre al fundamento.

La palabra más profunda que latía en el corazón de todas las secretarias era GRACIAS.  GRACIAS POR:

° Haber sido convocadas a este curso-encuentro tan preparado y cuidado por el Equipo de Gobierno general y la Secretaria general, partiendo de nuestras mismas necesidades y sugerencias que fueron pedidas con bastante antelación.
°   El compartir de vida sencilla, cotidiana y fraterna como de fe para ayudarnos mutuamente a crecer en nuestro ser F.I.
°   Facilitarnos de un modo organizado y a partir  de la experiencia de estos años,  una mejor comprensión del oficio encomendado. Gracias a un trabajo constante, dedicado y firme de nuestra Secretaria General.
°   La cálida y fraterna acogida de la comunidad de la Casa Curia, poniéndose en todo al servicio de nuestro cuidado y bienestar para aprovechar lo mejor posible estos días.
°   Por el paso del Espíritu en medio de nosotras a través de todo lo vivido, señalándonos aspectos de crecimiento para mejor servir y ser la ayuda que estamos llamadas a ser.
°   Por la disponibilidad y paciencia fraterna de Ana Baeza para seguir apoyándonos, respondiendo a nuestras inquietudes y dudas que sigamos teniendo.

Contamos también Hermanas con su apoyo en cada provincia para mejor servir al cuerpo en este campo valioso como es el de la historia de la Congregación y del cuidado de nuestros documentos todos, que pueden ser puente que tendamos en el futuro para lo que el Espíritu quiera hacer en nuestra familia religiosa.



Equipo de secretarias provinciales.

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