lunes, 2 de junio de 2014

50 AÑOS DE SI FIRME Y ALEGRE.



Nuevamente el Señor nos convoca para celebrar con alegría, en familia los 50 años de consagración de Isabel Pomares Ramos FI.

La hermana Isabel con su cercanía, perseverancia y alegría nos da ejemplo de verdadera entrega a la voluntad de Dios. Su presencia  activa con los más necesitados y olvidados del mundo, me motiva a seguir colaborando en la construcción del reino aquí en la tierra, en el espacio que me ha tocado vivir.

Las maravillas que el Señor ha hecho en Isabel, me llenan de fe y esperanza, porque voy comprobando que cuando nos comprometemos con el corazón y el alma como lo hace la hna., se puede lograr la paz que solo Dios nos puede dar, viviendo la fraternidad, la solidaridad, la entrega cercana, la humildad, el amor, la justicia.    

Hoy sábado 31 de mayo, que además celebramos en comunión las hermanas y laicos el natalicio de nuestra querida Madre Cándida, al llegar al llano,  Pueblito de Elías Piñas que nos recibe con sus campos verde y llenos de energía, he recordado mucho la frase de la Madre ¨Para que no falte el sufrimiento¨ porque al entrar en el pueblo el puente se cayó y las aguas de la fuerte lluvia desbordo el río.

Esta situación de aparente dificultad me hizo recordar la frase de la Madre, pero con alegría al mismo tiempo, porque ella pone más sabor a nuestro encuentro con Isabel y las demás hermanas que le acompañan, que también nos dan ejemplo de sencillez y disposición.

A través de la celebración sencilla, pero muy significativa oficiada por Monseñor  José Grullón, obispo de la diócesis de San Juan de la Maguana,   me fui dando cuenta que el sí de Isabel, ha sido y es, firme y alegre, porque ella muy emocionada nos cuenta todas las vicisitudes que fue pasando y aun así perseverando en el proyecto del Padre a través del Carisma de la Madre Cándida.

También me llama la atención la humildad y sobre todo sentido del humor de Monseñor Grullón, porque a pesar de ser jerarquía en la iglesia, se conduce como un amigo cercano y testimonia  con alegría su  condición de pastor.

Tengo que reconocer que el Señor ha estado grande con todos nosotros al regalarnos en este   día especial para la gran familia Madre Cándida, los ejemplos de vidas religiosas de  Isabel,  Monseñor y tantas Hijas de Jesús , que como la Madre Cándida quieren vivir y testimoniar el tesoro que han encontrado. Además dándonos acogida en unos de los pueblos olvidados de este País; para que confirme como siempre que Dios se hace presente en lo sencillo y pequeño.

Gracias Señor, por la vida de nuestra hermana Isabel, por la congregación Hijas de Jesús, que con la presencia del Espíritu Santo, nos ayuda a encaminarnos hacia el proyecto del Padre, desde el lugar que nos encontremos. Gracias Señor.    

Lucia Guzmán 

   

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